El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha decidido hoy, 10 de enero, respaldar la demanda de Sudáfrica contra Israel por genocidio ante la Corte internacional de Justicia. Y esto es lo que se desprende de su comunicado:
1) Colombia basa su postura en el derecho internacional que es parte de nuestro bloque de constitucionalidad, como es la Convención contra el Genocidio y la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia.
2) El Gobierno ratifica que «las acciones y medidas adoptadas por el Gobierno de Israel configuran actos de genocidio». La demanda de Sudáfrica da argumentos contundentes en este sentido.
3) Colombia no solo da un respaldo político a la decisión de Sudáfrica sino que anuncia «acompañar y respaldar esta acción judicial…», con todo lo que eso conlleva.
4) Colombia insiste en uno de los aspectos más importantes: la solicitud de «medidas provisionales«. Para tales medidas, la Corte Internacional de Justicia no tiene que calificar de fondo si hay o no un genocidio.
5) Colombia anunciaría «acciones judiciales concretas que adelantaría como pasos adicionales a la demanda de Sudáfrica»; es decir, que el apoyo no es sólo político sino, llegado el caso, también jurídico.
Pendientes de qué dirá la Corte Internacional de Justicia en pocas horas, pendiente de los argumentos israelíes y de la posibilidad de medidas provisionales, y muy pendientes de loque diga Estados Unidos.
Un genocidio es un tema mundial, nos toca; no es solo un asunto jurídico. Tenemos Gobierno, tenemos presidente y tenemos un puesto en el mundo al lado de otros países que se han puesto de pie contra el sionismo.